Una de las primeras cosas que suelo mirar antes de comprar un juego siempre es el número de jugadores. Los colonos de Catán (el juego de cartas) era un juego que lo poco que había leído me gustaba pero no me aventuré a comprarlo porque siempre me echaba para atrás el tema de ser un juego para dos personas. Siempre prefiero comprar para más jugadores ya que solemos jugar en un grupo de 5, por cierto, número ideal para la mayoría de juegos.

Había llegado incluso a comprar Los colonos de Catán (el juego de dados) antes que éste por el motivo de que podían jugar más personas, pero este es un juego que ya comentaremos en otra review.

Porque últimamente mi mujer y yo nos estábamos animando a realizar nuestras partidas encontraba a faltar un juego que fuera exclusivo para dos. Tras leer las reglas de varios juegos por Internet al final pensé que lo mejor era comprar el hermano pequeño de los Colonos de Catán, juego que también comentaremos en otra review.

Buscaba un juego que no fuera un filler (juego para rellenar ratos cortos), buscaba algo con más profundidad. No importaba el tiempo de juego. Tras descartar una serie de juegos sólo tuve que decidir entre tres, pero antes de empezar la búsqueda ya tenía medio decidido cual iba a ser el ganador. El control de calidad, es decir, mi mujer, suele detestar los juegos de guerra así que el único del grupo volvía a ser el juego de cartas de los colonos. Y finalmente hemos comprado este.
Tras leer las reglas del juego, he de decir que son largas pero muy fáciles de entender.

Estábamos un poco abrumados por la cantidad de cosas posibles que se pueden realizar. Algunas mecánicas son parecidas a su hermano mayor pero el juego es diferente.

Para la construcción de carreteras, poblados y ciudades es necesario disponer de las materias primas necesarias. Pero en lugar de adquirir tarjetas como en el catán el jugador deberá ir girando sus campos de oveja, trigo, madera,...

Cada tarjeta tiene dibujado en los lados: ninguna materia prima, 1 materia prima, 2 materias primas y 3 materias primas. Por lo tanto de cada campo únicamente podemos disponer de hasta 3 materias. Si fueran necesarias más deberíamos de construir más campos. Pero respetando una serie de limitaciones.

En este juego no existe la figura del ladrón pero ha sido sustituido por un dado de eventos que debe lanzarse al principio del turno de cada jugador. Estos eventos afectarán a todos los jugadores.

Finalmente el juego lo gana el jugador que consiga 12 puntos. Es aconsejable que durante las primeras partidas este valor sea reducido a 10 ya que como es normal no se juega con la misma soltura que cuando el juego es conocido perfectamente.

A destacar del juego es que la partida está siempre bien equilibrada y prácticamente hasta el último momento no se sabe quien va a ganar. Eso sí, hay que pensar rápidamente como intentar ganar puntos y cuando hay que considerar otros como perdidos.

Publicado por Rafael Jurado en viernes, 7 de agosto de 2009

1 Responses to Los colonos de Catán, el juego de cartas

  1. Pesuke Says:
  2. es un juego genial! a mi me lo regalo mi novio esta semana y no hemos parado de jugarlo. me gusta mas q el de tablero! y las partidas son bastante tensas, siempre esta muy equilibrada, puede ganar cualquiera!

     

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